Oda al reencuentro

Bocas calladas
Silencios escénicos
balbucearon entre ellos,
al toparlos impiadosamente;
la cita, el dolor, el tiempo
o la sangre corriente entre
sus paralelos caminos.

De repente, dormían nuestros tiempos estériles
por allá en el desván de las cenizas.

Hasta el reencuentro;
todo se acalló.
...el alboroto urbano, el claxon taladrador, los cantos de hinchas en el bar, las melodías que emanan de tacones exhuberantes...

Hasta que nuestros ojos desorbitados, inmortalizaron este reencuentro:
con el flash de nuestro esplendor entre mirada y mirada
penentrante y retraída

Ni el tiempo irreconciliador con nuestras vidas enterradas,
por el escaqueo de nuestra inconfesable relación,

lograron omitir este reencuentro;

Ni la muralla impregnada
en lo alto de nuestra cera
comunicante,
malogró invocar a nuestras hazañas literarias
silenciadas por las vallas.

¡ Soñe o soño esto la muerte !

Juntos de nuevo,
pero separados para siempre;
¡ por la desalineación esférica de nuestras vidas !
...pero...
...sin embargo...
recluidos los dos
¡ en nuestros recuerdos inolvidables !.

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Muy bueno. Saludos cordiales.