Oda citando a un alcohólico

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De madrugada.
Oda.

De madrugada ojos abiertos las seis en punto,
oído atento apunta el alba suspiro al viento;
mirando estrellas los pasos quedos marcando huellas,
la mano abierta sus cinco dedos puño cerrado;
golpea fuerte cristales rotos gotea sangre,
prietos los dientes gesto de rabia no logra entender;
ahoga su llanto busca respuestas quedó sin mujer,
¡maldita suerte! perdió a sus hijos piensa en la muerte;
ningún consuelo baja autoestima, todo por beber,
calles oscuras portales sucios nada puede hacer;
solo en la vida vaso de vino nadie a quien querer,
Si no es humano si no es cristiano pérdida de fe.

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Original de poetamanu

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Poema muy crudo pero no exento de belleza. Me ha encantado, de verás.

 

En todo orden tanto las prisas como abundancia no son aconsejables sean decisiones a tomar o ingestas de manjares entre otras, en la primera se puede aplicar el refrán (vísteme despacio que tengo prisa) y en la segunda (no por ser el buffet libre y apetecible salgas del restaurante como de cinco meses de gestación) los monjes tibetanos pasan horas meditando el porque de sus propios pensamientos y su alimentación es más bien escasa; en el caso que nos ocupa el sujeto padeció una ruptura total de su, hasta entonces, afianzado esquema socio-económico incluso emocional, lejos de tomar ejemplo de los monjes, fue directo a las bodegas ingiriendo todo lo bebible, por supuesto no calmó sus inquietudes. Drama que lamentablemente es bastante común en la sociedad actual respondiendo a tal desorden según la templanza de quien la sufre. Besitos y no pienses demasiado, solo lo justo, leo tus temas últimamente y parece que la protagonista de tus historias no encuentran el camino por donde andar en línea recta, recuerdas haber leído… Caminante, no hay camino, se hace camino al andar (Antonio Machado). Otro besiño para despejar tus incógnitas. Que tengas buen comienzo de semana. Cariñosamente,
Manuel