Odio para el corazón

Se detuvo,

con una pausa que se come al aire,

aún con la avaricia de tragarme el mundo,

tiembla mi pecho aún con firmeza,

con una fuerza que no se mide,
porque se siente en el misterio
de esa duda que refleja mi alma,

y en el alma se quisiera curar,

un problema que elude al tiempo,
una razón más fuerte que cualquier pasión,
que cualquier certeza,
y que cualquier sed
del que aún desea saber,

sabe a arena
el tiempo de mi visión,

sabe a límite y a expansión,

a evolución y extinción,

a cielo y vacío,

se sabe inerte su final,
tan nuestro como ajeno,

se sabe terco y pesado,
como piedra y como rey,

se sabe muerta la madre del caos,

¿será que baila viva en nuevas tierras?,

¿será que intuimos su baile?,
¿o lo podemos sentir?,

será que la duda nació por amor,

será por el clamor de cada ser,

por la furia y el horror,

por el amor de su cercanía,
por la razón, el final de todo.