¡Oh! paz de mi corazón

¡Oh! paz de mi corazón,

que me invades en mi soledad.

¡Oh! plenitud, armonía

y una ligera alegría

que habita en el alma mía.

¡Oh! sendero del Bien,

que te encuentras en estos

nemorosos bosques

de mis plácidos caminos

en solitario.

Donde contemplo todo lo bello

de mi alrededor,

que es la luz que me proyecta

Tu tierno amor.

Esta tarde sólo he visto

lo bello de las gentes,

lo más puro de los niños,

los sentimientos más dulces

de las madres,

la bondad de los hombres;

y me quedo con eso de mi tierra,

de mi amada España.

No quiero ver su odio,

su rencor, su rabia,

sus heridas abiertas


su inconsciencia,

su destrucción…

¡Oh! inmortales almas,

hechas a vuestro antojo:

dime, ¿qué ven tus ojos?

Quiero verte hermosa, España;

por eso me separo,

me retiro a la casica

de mi frondosa montaña,

y veo la incorruptible belleza

de la deidad de la naturaleza,

de esta Sanabría de mi alma.

 

¡ Despertando ! Carambolas, hija mía, cómo has crecido, y qué bien te expresas. ¡ Esto hay que celebrarlo ! ¿ Qué tal te van las cosas ? Hace tanto tiempo que no nos vemos... A veces, reconozco que estoy muy ocupado. Ya sabes, subiendo los impuestos, construyendo pirámides egipcias, delegando en mis subordinados, los esclavos del pueblo de Israel... Pero no te preocupes, Cleopatra. Eres tan hermosa, que creo que mis propias pirámides se van a convertir en flanes de huevo y de vainilla. No sé cómo lo haces.


¡ Es un desastre !
Ahora, mis súbditos tendrán postre.

 

Jajaaaa... muy bueno Nommo. Viva el sarcasmo y la ironía, siempre me hace reír. Un fuerte abrazuco desde este noroeste de lo que queda de España.