¡Oh, rosa que la piel dejó vencida...! (silva)

¡Oh, rosa que la piel dejó vencida
porque quiso cogerla!
Dulce vista, consuélate con verla,
pues mora allí dormida
o despierta, según, el arma grave
que junta lo enojoso con lo suave;
que cual si fuera espada
atraviésalo todo en un momento,
y en ráfaga de viento
la vena que la sangre guarda horada
robando su tesoro,
que va cayendo como el dios mentido
que a Dánae sorprendió en lluvia de oro.
Ya quedas advertido,
no quieras tú coger la rosa fina,
pues la defiende y guarda en lo escondido
del verde tallo la tenaz espina.

 

Te mando, bien merecida Reputación
un beso
Rosario

 

Muchas gracias, Rosario.
Un abrazo.

 

Muchas gracias, Maramín. Siempre tan amable.