¡Oh vida!

Cuando pierdes una parte

de tu vida;

más la amas,

más la añoras,

más estimas a esa vida.

Cuando un amigo se ha ido,

más lo echas en falta,

más lo valoras

y lo recuerdas.

¡Oh vida que tanto amamos

y que nunca queremos perderte!

Eres maestra,

eres fugaz,

eres un sueño

o un espejismo;

¡cuán veloz por este cruel mundo!

Nunca te pierdas, vida mía,

por las columnas de cieno,

por los enjambres furiosos

que nos taladran y devoran.

Regresa presto a este Lago de átomos

que hoy nos brinda su cenital esplendor

y de su libertada compañía.

 

Profundo, reflexivo, hermoso en cada concepto. La brevedad de la vida nos impulsa a valorarla.
Fue un gusto leerte, saludos cordiales.

 

Muchas gracias Cecy por tu paso y hermosas palabras. Un fuerte abrazo.

 

La vida es bella.
A mí, me gusta mucho.
Yo la valoro.
Y que conste que yo soy la vida.





¿ No ? Claro...


O sea...
Lo bueno no es gratis.
Algo tengo que ganar. ¡ Un beneficio !