Oídos felices.

Cuando << me mandaron intervenir >>
decisivamente, en el
··· clave bien temperado, de
Johann-Sebastian Bach ···,


concebí el " disfrute auditivo ",





procedente de la ¿ Música,
que amansa a las fieras ?
Enraizada, a su vez,
(***) en vivencias particulares de un país. (***)


Sin embargo, al aproximarme


a __@__ Edvard Grieg __@__,
comprendí que ---> la Madre Naturaleza <---,
con sus huestes magníficas,
de /@\ duendes, elfos, devas,


gnomos, peris, ninfas, hadas,


salamandras, faunos, vestiglos,
ondinas y trolls, /@\
alegraba sobremanera,
la mente humana del compositor,





o del intérprete...


Si se dejan habitar o " adumbrar ",


como dicen los franceses.


Y con todo, no es posesión
diabólica.


Ahora bien, ¿ Poner intención
en cada estrofa del himno,
telegrafiando mensajes codificados
como sonidos conglomerados,





que enfatizan el quid de la cuestión,


sería manualidad inasible,
aérea, compuesta por energía,
frecuencia y vibración ? En orden.
Acústica y timbre, procedentes


del alma del piano, que es





<< superficie interior de su cuerpo >>.
Pero también, de una voluntad,
==@== manifestación del sentimiento,
o Amor impersonal, ¡ Filantropía ! ==@==


Amor por la raza humana entera,





que siente un médico. Y
¡ C´est voilá ! La sinfonía.