Ojala pudiese pedir no crezcas mas.

Bajaste del divino y un placer conocerte

tú llegas a mi vida, cálida y veraniega

que diera más el cielo y yo misma por amarte,

musical eres ninfa, tu existencia Dios me entrega.


Un sollozo cautivo, nace el alba al mecerte

no crezcas niña mía. La virtud se me niega,

como el brillo en las ruinas me destrozo al besarte

por amarte infinito, me desvelas sosiega.


Tu mirada perfecta vi a la vez primavera,

paseando los prados crecen gotas sutiles,

vamos juntas, corremos, por la dulce pradera.


Y algún día serás grande, y entonando los bailes

sabré que has crecido, mi hermosa quisiera,

al sopor de las calles ver tus años febriles.​

 

Bello poema, creo entender, le dedicas a tu hija, sensibilidad y ternura, me ha gustado amigo Gabriel. Un abrazo. Paco.

 

Muchas gracias Paco. Un saludo.