Ojos de barro

Ojos de barro


Mírala como el que mira
por primera vez, sin rastro,
sin paisajes de aspereza
que enturbian las blancas manos.
Una vez tú fuiste niño
y otros ojos te miraron
¿los recuerdas?, ¿qué pasó?
¿Esos ojos no eran claros?

Limpia los tuyos de ciénaga,
¡malditos ojos de barro!,
Si vas a mirarla así,
no la mires, que haces daño.


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Ops! ... los psicópatas son incapaces de aprender, de sentir miedo o vergüenza. La única manera es aislarlos de sus presas; y sus ojos, desgraciadamente, no dicen nada que ellos no quieran mostrar. Es un hermoso poema bella @El regreso de Alfonsina de un tema muy sensible.

 

Una mirada inocente es demasiado regalo para quien cree haber visto de todo. Un beso, Eva.

 

Tienes todísima la razón y sé que es un tema muy sensible pero es precisamente por eso por lo que lo he querido tocar, encubrirlo es alimentarlo y la Poesía tiene múltiples misiones, ojalá que, aunque sea levemente, haya alcanzado una de ellas.
Muchas gracias por leerme y acompañar a estos versos con tu comentario.
Un saludo cordial,
Eva

 

A usted bella @El regreso de Alfonsina

 

Un poema que refleja angustia por la seguridad de una niña y ruega por que sea respetada. Hermoso. Un gusto leerte.

 

Lo breve, si es bueno, dos veces bueno..... como este poema.
Es lo primero que se me ha ocurrido al leerlo, Eva, no se puede decir más ni mejor en tan pocas palabras.
Un conciso pero intenso abrazo.
Javier

 

Mâs que terrible, mira que hay hechos denunciables pero éste tiene su máxima expresión y el silencio no le hace un gran favor.
Un abrazo con cariño y muchas gracias por tu apoyo, Isabel.
Eva

 

Muchas gracias por leerme y por tu acertado comentario, Luciana. Un abrazo con afecto,
Eva

 

Una mirada inocente es un templo sagrado, Sergio.
Muchas gracias por tu compañía.
Un beso.
Eva

 

Exigía que así fuera, Javier, así lo pienso yo, y si tú me lo dices pues yo me quedo muy feliz y contenta.
Un abrazo grande y extenso y muchas gracias.
Eva

 

Los miro y veo unos grandes ojos que llegan a la vida y miran con asombro, como hicimos muchos al llegar a este hostil mundo. Dicen tanto las miradas que estoy seguro que se podrían catalogar en su propio punto de partida, y actuar socialmente en consecuencia; y lo digo por otras miradas.
Poéticamente expresaste un tema más que delicado, y poniendo el dedo, la mirada, en el centro del problema.
Un abrazote, Eva, y me quito la gorra de niño borde como señal de reverencia.

 

Ya podría haber un filtro de miradas ¿verdad? Tendríamos la prevención asegurada.
Muchas gracias, Alonso, por aportar con tu comentario un guiño desde una mirada cómplice, estoy encantada de tenerte aquí.
Un fuerte abrazo, ¡pasa buen domingo!
Eva