Ojos

Tigres que miran desde los arboles
-de vivas copas-
hebras de mar en un bosque
de otoño, que relampaguean en pestañasos.
Mi resonancia, sórdida, temblando
como un recuerdo,
algo que no existe
ni debiera
ventana, puerta, grieta
abismo fuera de aquí
realidad o quimera
cauce que seguiría a tientas, rodando
en cuclillas
única fe de este cuerpo
fuente, deseo de turquesa
frontera, dictamen, decreto de dos mundos
divididos por ti
y para ti:
solo tus ojos.

 

Enriquecidas letras adornan tu fantástico poema....un placer leer amigo...saludos ¡¡

 

Gracias arkaden, saludos

 

Bello, una preciosura maravillosa de poesía excelente.

 

Gracias Lemoide, saludos

 

Se nota gran talento en el quehacer de la poesía.

Ha sido un gusto leerte amigo poeta

Saludos afectuoso

 

Una hermosura magnífica, letras soberbias y monumentales de un poema sublime.