Ola entrando en la playa

Una mano de agua que la tierra cercena
lentamente, a medida que en su seno se hunde;
una daga que muere sobre un pecho de arena
y entre pequeños granos su humedad se difunde.

Una tropa marítima que con su soplo ordena
el viento, que provoca que la orilla se inunde
con la espuma de Venus; una hermosa cadena
de un acero oceánico que en la costa se funde.

Una boca que muerde, o una garra de sal,
un gigante que surge cuando hay temporal,
una bandera blanca y azul que el aire ondea.

Una brava serpiente mostrando sus colmillos
donde refleja el Sol sus rayos y sus brillos,
mordiendo tierra firme, sedienta de marea.

 

Amigo David

Tu hermoso poema me ha mecido entre sus olas y entre mecida y mecida he llegado a mi querida Lima, gracias poeta.
Besitos agradecidos te doy.

 

Ay, la arena , cómo contempla la ola que la riega y no la deja seca a merced del viento que se la lleva. Pero también necesita al viento que le trae de nuevo a su ola amada.
Cuánta sensibilidad muestras en tu poema y cuánto amor por la naturalea. Me encantó tu poesía. Besazos, estrellas y reputación merecida.

 

Muchas gracias.
Un abrazo.

 

Muchas gracias por tu amabilidad.
Un abrazo.