Olivar.

Soy demasiado para la Sabiduría.
Para el conocimiento.
Para la noche y el día.
O el entretenimiento.


Estoy aquí, por motivos laborales.


Debo ganarme el pan, con el sudor de mi frente.
Pero suelo salir volando, con mi mente muy despierta.
Dejo mi oasis, desierto.
Mi obra, a medias...


¿ Vivo en broma ? Debo rectificar, y ponerme serio.





¡ Obras enteras ! A ver si me doy por aludido.
Como las carreteras.
Que no acaben de buenas a primeras, en un precipicio. O en un cultivo.
No quiero estar chiflado, ni como una cabra, o una regadera...


Tanto pensar me convierte en un surtidor de la gasolinera. Y así, mi mente no brilla.


¡ He de realizar proyectos !
Y levantarme más temprano...
Cobrar mis honorarios. Mi sueldo.
Pero a cambio, participar activamente, en esta tierra de labranza.


Como un torero que hace su faena con garbo y ganas, en Sevilla.