Olvidaron-.

De ciertas lluvias confiscadas

en pleno y ardoroso debate

la debacle profesional de un taurino

especialista en secretos o murmullos

desánimo por las voces en la cabeza

sueño de raíces que produce sueño

estilistas de mango cumpliendo su afán secular

de ciertas y amargas historias complejas y anónimas

en los libelos de las palabras que tan amargamente

se me olvidaron, en los palacios donde estuvimos

alegremente desubicados, en las tarjetas de presentación

donde metimos el ruido de los manglares, las selvas

en evolución constante, en las mentiras donde nos salvamos,

en las cruces sinuosas de los caminos altivos,

de los rotos amaneceres que se perpetúan en los iris

enjalbegados por ese rojo estupor de las naranjas caídas,

ese ornamento de las naciones que sufrimos, ese vencimiento

de los órganos en descomposición que preferimos olvidar,

de ciertas lluvias conforme y ese futuro olivar donde

colgaremos nuestros cuellos-.



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