Onomatopeya de un Sollozo

Los amantes no conocen la noche,
hacer el amor es la infinitud de los días.​

Los amantes forman sólo un cuerpo -quimera-
el cual devoran, como serpientes que se muerden la cola.
Nadan entre las corrientes de los mares para renacer, en alguna isla desierta.
Construyen templos, donde deben estar las catedrales.
Sus pies se vuelven tempanos, mientras sus manos
son llamaradas, arden sus pasos y piel vibra, como en gélidas aguas.​

Los amantes tienen arcas en los ojos,
fuego y agua, tierra y viento,
en aquel apeirón que como único arjé tiene un beso.
[...]​

 

los amantes aman su tiempo jamas el propio.


me ha gustado mi queridao amigo, un abrazo fuerte

 

los amantes cierran la ventana para que nada salga, para que nada escape, los amantes son el dios de la persiana...
me gustó harto su poema,

salu2

 

Beso de Luna:
Los amantes no tienen cuerpo, el otro se apropió del propio, sólo se reconoce en el otro. Los amantes se ahogan antes de llegar a la isla, el amor los dejó sin aire, vencidos. Destruyen los templos y las catedrales, Dios no les da cabida en su reino... En verdad me sorprendió este poema. Ahora ya cuenta con una brújula que aunque no lo lleve a Ítaca, valió la pena la travesía. Hasta siempre . Felicidades
Observaciones: témpano lleva acento; separa arjé de tiene