Opuestos.

Con que fácil presteza
se viene a transmutar
el gozo en tristeza
y la fortuna en calamidad.

Con cuanta ligereza
se tiende a equivocar
suavidad con aspereza,
amor con terquedad.

Cuán pronto se confunden
y que distantes están
lo eterno y lo efímero,
la compañía de la soledad.

¡Cuánto se parecen Dios mío
luz y oscuridad,
la verdad y la mentira,
poesía y realidad!​

 

Bien plasmado amigo. Me gusto.

 

Y es que todo está más unido y ligado de lo que osamos pensar...

Me gusta el ritmo, la claridad y suavidad del poema. Su sencilla forma de llegar... lo único que yo también lo llevaría a la inversa: la transmutación de la tristeza en gozo hasta llegar a la unión perfecta: poesía y realidad.

Saludos

 

Cuanta razón tienes amiga Carmencita. Que felices podríamos ser si pudiésemos decidir nuestro destino y nuestros sucesos futuros. Desgraciadamente solo tenemos el poder de conformarnos con lo que nos deparan los acontecimientos.

Saludos.