OraciÒn a mi hombrecito

Te nombrè mi Dios personal,
mi angel guardiàn
mi serafìn;
angel de luz que ilumina
mi camino, mi destino
mi constante desafìo
a esta vida sìn fìn.
Sos a quièn tengo cansado
de tanto pedirte cosas
de agradecerte por todos
los favores que me hacès.
Siempre que algo te pedì
cumpliste incondicional
no sè como agradecerte
como y cuànto nos cuidàs.
Solamente creo en vos,
en tu corazòn divino
en tu alma de peregrino
escuchando atentamente
mi contìnua desazòn.
Lloroso mi corazòn
con el alma destrozada
por haber perdido al hijo
que tanto quiero y extraño.
Solo sè que tu partida,
de tu injusto sufrimiento
porque fuiste el mejor hombre
sublime, callado,bueno.
Te suplico en esta hora
por quienes bien te quisieron
y te agradezco en silencio
que nos cuides desde el cielo.


DERECHOS RESERVADOS DE LA AUTORA: GRACIELA ELISA SIMEONE

dia:20/10/09 :::triste:::

 

Hola un gusto leerte
desgarrador poema, versos llenos de tristeza,
injusto sufrimiento.
Grato leerte
Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Bienvenida.

 

Impresionante, tremendo, terriblemente conmovedor, muy bellas letras.

 

Conmovedor!! Muy poco para agregar, solo un gran admiración a tus versos.
Cariños

 

Asi es la vida, a veces te quita lo mas presiado y no podès o no querès aceptar la realidad.Nos creemos inmunes y terminamos perdiendo lo mas importante...( un hijo). Lo llevas nueve meces en tu vientre y el detino se encarga de quitartelo.No quisiera que le pase a nadie, por esa razòn escribì esa oraciòn a mi amado hijo. Gracias por tus palabras y a pesar de todo, cada tanto sonrio.Para mujer bonita

 

<Marcela, te acepto como amiga y espero estar en contacto contigo ya que nos une la misma pasiòn; escribir.Lo mio son las poesìas, a travès de ellas puedo expresar sentimientos que de otra manera me es imposible.Estoy agradecida con todos quienes leen mis escritos.Te felicito por ser tan humilde y directa y de paso agradesco que te haya tocado sentimientos que seguro tenès guardados en tu corazòn de madre.Cariños de una mujer herida por esa (para mi) terrible pèrdida.