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Oración del todo o nada.-

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por juan carloss, 24 de Mayo de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 1601

  1. juan carloss

    juan carloss Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    11 de Diciembre de 2008
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    Del mar encarnizado
    de los bramidos del vientre general, con corona de astillas.
    Por ese túnel oceánico,
    lánguido, tan distante como la primavera de mí.
    Sorteando el nervio errante de hombre
    con la astucia de los moribundos;
    Sobre el sol abandonado por el desierto implacable
    para dejarme el alma como higo estival.
    En las horas que retumban llenas de campanas muertas,
    ceñidas por la constancia de ser relojero
    que golpea los párpados del mañana desatinado;
    Mi mar incisivo, satírico, nostálgico
    se ahoga como gota en su círculo cimbreante:
    Sobresale el estómago de la situación.
    Más trémulo que nunca,
    del temblor que le parte el dorso al mundo,
    ciego, avanzando con trompetas de petróleo en las suelas
    de este movimiento de sombras, de sauce ahora sí deprimido
    arrancándose las hojas, tirándose el cabello.
    Doy aviso a los náufragos que siendo azar en la marea
    en el ventisquero de olas, no es perderse,
    como es que el alma esté sudando cólera
    bañada en el valle universal del susto,
    donde la noche es un grito largo y pesado
    una neblina prehistórica, de huesos humeantes;
    Porque la boina de la pérdida, el sombrero oblicuo
    de los pensamientos profundamente negros,
    es un manto que desgarra el cerebro
    un abrigo para que el frío sea la última temperatura,
    y no más, basta de sangre buena que saluda con pañuelo.
    En esta órbita el descanso es un aliento abrumado por tristezas varias,
    únicas en su especie de llanto,
    por los paisajes que se les cayó el rostro.
    De mi amor que no tendrá más besos con laberintos,
    la mirada espectante, astralmente trizada
    de este amor que va de cuero quemado
    saltando montañas, ojos ajenos erguidos como edificios,
    del inmenso vinocular con que mi vista canta,
    por este amor que si va a abrazar,
    será para que el cariño se derrame por las caderas;
    Tal vez, también dejar este mar de carnaza,
    o que tu palabra haga paz en mis labios
    o que esta inundación llegue a su fin.
     
    #1

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