Oración para recitarse en la tumba de Nietzsche

Mi dios esta de humor extraño
Ya no le divierten sus hijos
Se volvieron demasiados
Demasiado molestos,
Demasiado predecibles,
Demasiado prescindibles…

Solo se alegra con sus desgracias
Solo los cadáveres arrastrándose,
El llanto, la peste, el miedo,
el olor de los cuerpos podridos.

Mi Dios ya casi no voltea el mundo
Lo deja que se fermente, que se pudra,
El no sabe de política, de economía,
El solo entiende de naturaleza,
Deseo, instinto, sangre y fluidos.

Para su nuestros oídos esta mudo,
Para su mano estamos ciegos,
Es un problema de comunicación
Nos hemos arrancado la lengua
Tanta religión, tanto santo,
Que niegan su cuerpo y lo llaman cárcel.

Benditos sean todos ellos
Rezo día con día,
Para que su cárcel pronto los libere.

Y dejemos que Dios se pudra en paz.

 

Cierto que el Dios misericordioso que nos enseñaron ,dista mucho de nuestra realidad cuando miramos el mundo.
Yo estoy también en una época de negaciones bastante potente sobre cualquier tipo de divinidades y sus bondades.
Envidia me da la gente que se nutre de la fe ,al menos tienen algo en lo cual asirse.
Bellisimo poema amigo,es una delicia.
Me ha gustado mucho pasar por tu espacio reflexivo y a la par de innegable talento poético.
Estrellas a tu poema y besos para ti.