Oráculo

Perros que les ladráis a mis entrañas:
dejad ya en paz mi pobre corazón,
pues sólo se sostiene, aunque vacío,
para impulsar su material humor.

Tened en cuenta, si queréis llevarlo,
que os será muy amargo su sabor;
pues, si guardado en terciopelo y tierno,
alguien que antes pasó ya lo arrancó.

Inerte y yerto: ¿no sentís, en tanto,
que bate en su tambor fúnebre son?
Que rueguen todos por su tercer día:
no se alzará si en él aún no se alzó.

Temed su sueño; que, aunque oscuro y quieto,
no lo alimenta universal vigor;
y es quien, al fin el único despierto,
vuestras gargantas tronchará feroz.

José Benito Freijanes Martínez​

 

Versos profundos, apodícticos, apocalípticos, me han gustado mucho, en particular esa intensidad. Veo un verso dodecasílabo (v. 12) o hay una licencia poética en "aún" que además está aceptada por la RAE. Un abrazo.

 

Intenso y a la vez hermoso, José, poco más que añadir porque el poema habla por sí mismo. Saludos

 

Muchas gracias por comentarlo, me alegra que te haya gustado. Sí, como bien observas, la figura retórica es una sinéresis. Se ve con cierta frecuencia, sobre todo cuando se juntan dos vocales abiertas dentro de una misma palabra. Un saludo cordial.

 

Me alegro de que te guste, FanÁngel. Considero que es un poco diabólico, como el otro que puse esta noche pasada. Un abrazo.

 

Pues sí, Iguazú, gracias por venir a comentar. Aquí son más bien cuartetos arromanzados, porque las cuartetas son de arte menor (hasta 8 sílabas). Pero bueno, por ahí va la cosa, que todos se parecen, se turnan asonando los pares y quedando sueltos los impares. Un abrazo.