Orfandad

Orfandad
¿Será esta orfandad invasora fruto de una pérdida, cual falta de valores compartidos? No me resigno a exponer alguna razón, pobre argumento ontológico más cornuto e insipiente que ad hóminem y probado. Hay, sí, una caterva de seres desesperados a los que veo en soledad y abatimiento en esas plazas aun hermosas pero, hoy, llagas de soledad repartiéndose la nada. Y recuerdo, entonces, mi cuna de campo, inmarcesible cada primavera, que imponente era la metafísica del hombre y su pequeñez, jamás solitaria, siempre desde la finitud acongojada y valiente, como fuerza de amalgama solidaria. Ahora la modernidad y su lógica de acero, tacha aquello de patraña, pero nos adentra en el desierto... Sí, parecemos superiores y sin embargo nunca tan deudores de aquella providencia. Desde la certidumbre cosmopolita del orgullo humano, nunca la razón del hombre fue más baqueteada... Mientras lo impensable, hace unos años, se inmiscuye entre nosotros...
eduardocarpio
12 de junio de 2014

 

Edgardo
Gracias por comentar estas líneas que no son de nostalgia, sí de constatación de lo que uno ve y siendo así, tal vez el principio para recuperar el buen pulso denigrado. Un abrazo. eduardocarpio

 

inmejorables reflexiones amigo, mis felicitaciones a tus letras.
saludos
tyngui sanchez

 

tyngui
Gracias a ti por tomarles la temperatura a estas letras. Así sé si lo escrito tiene la altura que el lector merece. Saludos cordiales. eduardocarpio

 

Inmarcesible es una palabra que me encanta.

Es muy intimista, delicado y profundo, un placer compartirlo.

Estrellas y un saludo afectuoso

Palmira

 

Uqbar
Vienen las letras de repente y aunque siempre necesitadas de "reparaciones", con diferencia lo más delicado es encerrarlas en los 150 caracteres sin restarles "credibilidad": Celebro que te hayan gustado. Saludos cordiales. eduardocarpio

 

Un placer pasar a leer tu magnífico trabajo. Encantador contenido. Saludos cordiales.