Orfeo, la lira, cítara, y laúd.

Callada lira con duelo,
sonido negro, rojo, cendal.
Las cuerdas no tienen consuelo
La ha vendido al cielo, su amante, el señor.

¡Que triste Orfeo que la extraña!
Apolo no será su siguiente amor.
Lloran las notas afligidas,
Mercurio en su partida, no le dijo adiós.

Cítara y laúd peregrinos,
se cansaron de tanto andar.

Duerme tranquilo, Saúl, en tu sueño,
David el nuevo dueño te hará descansar,
con el ritmo que canta el adiós y el misterio
cscrito por Orfeo, poeta y trovador.

Cállate lira exhausta,
cítara y laúd dormirán sin rencor.
Escondida detrás del arpa,
mil años después, quizás te encuentre algún escritor.

 

Mis aplausos para este lirismo exquisito de tus versos, una verdadera joya me he encontrado hoy, gracias por compartir tus letras.
Estrellas y besos