Organizo los recuerdos

Rompo la rutina para organizar los muebles que dan vida a la habitación del alma, limpio el polvo dejado por el tiempo. Desinfecto lo que hiere. Ubico cada cosa en su puesto, y mientras lo hago tropiezo con porcelanas… esas que son tus manos. Remuevo cosas varias que desprenden tu fragancia.

Remuevo por ejemplo, la almohada del sofá, donde tú descansabas después de hacer el amor mientras gritabas con una sonrisa muda, que rompía el silencio alojado en mis ojos que nunca habían visto tanta belleza. Recuerdo que tu almohada era mi pecho, mi cuerpo, el sofá donde posabas tu culo, y mi alma… mi alma era la habitación por donde paseabas desnuda. Aun lo sigue siendo. Por ello rompo la rutina, organizo la casa y me engalano. Porque si te soy sincero aún me siento en tu recuerdo. A esperar tú regreso.