otra vez

Dominado por la inconsciencia me adentre en tus redes
Sabiendo que no tendrías piedad con los débiles
Y aunque lo vi venir, no dudé en enamorarme
Pues mis ojos son apasionados y románticos
Capaces de convencer al más ingenuo corazón
¿De qué sirve que ahora lloren e imploren mi perdón?
Hoy la luz de la luna no me parece tan brillante
Quizás se debe a la pesadumbre que me asfixia
Ansiosa de consumirme con su tormento
Ansiosa de regodearse con mí lamento
Hoy quiero gritar con todas mis fuerzas
Y sin embargo, mi voz se ha apagado
Al igual que la llama que encendiste en mi interior
Por ello, sin fuerzas lucho contra un profundo dolor
Mientras parece que mi mundo va a acabarse demasiado pronto
Consumido por el agrio sabor del desamor