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Otra víctima

Tema en 'Tu Obra Maestra (en verso)' comenzado por jc5115, 24 de Febrero de 2012. Respuestas: 2 | Visitas: 761

  1. jc5115

    jc5115 Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    22 de Febrero de 2012
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    Apartado en un rincón
    se plantea su futuro.
    En su tez solo tinieb
    las,
    en su alma todo oscuro.

    Llega a un punto de inflexión,
    su esperanza se ha acabado.
    Sólo queda ya rencor
    hacia lo antes tolerado.

    La impotencia lo consume,
    la sonrisa se le extingue.
    El odio lo ha envenenado,
    ya ni siquiera está triste.

    Tras aguantar mucho tiempo
    decide finalizar
    con lo que, tarde o temprano
    ve que lo consumirá.

    Dispuesto a romper con todo,
    se encamina hacia la escuela,
    solo una cosa en su mente
    mientras anda por la acera.

    Solo rencor y venganza,
    desprecio y desesperanza,
    y una firme convicción
    de cesar con el dolor.

    Todo parece sencillo:
    solo determinación.
    Parece que la respuesta
    siempre ha estado en su interior.

    Piensa: “Qué estúpido he sido,
    todo depende de mí.
    Si lo tengo todo claro
    no se burlarán así.”

    Así llega hasta el colegio
    y se interna despacio en él,
    vigilante y siempre atento
    a sus flancos y a sus seis.

    Dispuesto a no ser piadoso
    con aquel que le avasalle,
    con nervios a flor de piel
    y ganas de catar sangre.

    Entonces llega ese instante,
    en que lo ponen a prueba.
    La violencia y sus presencias
    lo obligan a dejar huella.

    Ve el comienzo de ese cambio
    que tanto ha ansiado y ansía
    en la palma de su mano,
    en un golpe, qué ironía.

    Pero si quería cesarlo
    necesitaba respeto,
    requería de un solo acto
    que les infundiera miedo.

    Así que a ello se dispuso,
    sin dudarlo ni un momento.
    Levantó raudo su puño
    y embistió con gran acierto.

    Se sentía fuerte y vivo,
    se sentía superior.
    Comprendía de esa forma
    el placer de ser matón.

    Una vez que hubo tumbado
    al que siempre había odiado,
    una vez que se sintió
    libre y falto de temor,

    creyó haberlo superado,
    iluso él, inocentón.
    Cuando al fin bajó su puño
    en su cara encontró dos.

    Fue entonces que comprendió
    que el grupo lo superaba,
    realmente él era inferior,
    y es que no podía hacer nada.

    Y con aspecto cansado,
    asqueado de la vida,
    decidió cesar con todo,
    aunque esta vez no falló.

    No fue hasta esa misma tarde en
    que tomó una decisión,
    que nadie lo echara en falta
    ni supiera su dolor.

    Dicen que uno no conoce
    de las cosas el valor
    hasta después de perderlas,
    y es cuando llega el dolor.

    Y esto parece cumplirse
    siempre en todo su esplendor.
    Al menos, este suicidio
    no supuso la excepción.
     
    #1
  2. Antonio

    Antonio Moderador ENSEÑANTE/asesor en Foro poética clásica Miembro del Equipo Moderadores Moderador enseñante

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    Tus versos a modo de romance cuentan una historia triste que por desgracia pasa de vez en cuando.
    Tienes talento para contar historias rimadas.
    Un cordial saludo.
     
    #2
    Última modificación: 24 de Febrero de 2012
  3. jc5115

    jc5115 Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    22 de Febrero de 2012
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    Gracias, aunque no suelo meterme mucho con la métrica o los poemas que narran historias... Un saludo.
     
    #3

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