otro día sin dios

sales a la calle en busca de empleo
y quién sabe cómo
acabas sentado justo en la barra de un bar
a las ocho
otra vez
con harto sudor en las manos
pantorrillas temblando
sobresaltada entrepierna de siete meses
telarañas y mosquitos
se acerca pedro
fulano de tantos tontos
y te dice “muñeca”
lo descartas por repetido
por el hedor a monotonía borracha
derramas los ojos
buscando la presencia de quien sabes ausente
del desconocido que te estremezca
mas todo público porta el mismo disfraz rebajado en los chinos
pides otro ron
“cinco euros de nada” dice el bartender
y a ramalazo abres tu bolso
sacas la cartera
es casi un suplicio enmascarado
allí está la puta ausencia
quien te moja
a quien verdaderamente deseas
viene a ti en un mensaje de teléfono
nada
te paras de la barra entonces y vas con marcos
un tipo más o menos más decente que el otro
con una faz restando pesadez
bebes fondo blanco
no piensas
lo invitas a la pensión
a que te desgarre el siniestro coño
y te trinque sin sed
mientras tu cabeza gira pensando cómo pagarás mañana las facturas
qué comerás el dieciséis
y qué le dirás al pendejo que te espera en la otra orilla de la tierra
en la próxima carta

 

wao si así se la pasa sin Dios, hasta que desmaya o se deja morir. Buenas letras, placer visitarle. Saludos

 

Una realidad muy sentida, me ha gustado de la forma que lo llevas hasta ese final que parte, te dejo saludos y abrazos.

 

Un poema de una realidad desgarradora y nada halagüeña fielmente reflejada
en estos versos Darkshade.

Se queda pensando uno que te quedaste con el mal menor , el tipo menos desagradable vamos, ah ¿y qué es eso del siniestro coño? yo los encuentro muy cálidos y acogedores. Buen poema amiga. Un abrazo.

 

El desempleo, querida amiga y la búsqueda infructuosa, nos pone totalmente en crisis, no solo económicamente. Y esa crisis total es la más difícil de afrontar.
Saludos solidarios amiga
Hugo