padre

Respiramos algo más que aire
en este ambiente enrarecido
cargado de llanto y gente inocente
que jamás será retribuida.
¿Cuan lejos estamos del infierno?
Yo creo que solo
a un paso de la carroña.
Me sonríes…¿ Te complace mi inquietud
demonio de ojos tristes?
Me acaricias con una mano
y con la otra afilas el puñal.
¡Cuanto disfrutas mi inocencia!
Mientras te escucho creo en tus palabras
y pienso en lo necesario
que es dar una segunda oportunidad.

¿Cuan lejos esta el infierno?
Un paso por la vorágine de tus ojos negros.
Y cuanto llanto que me duele
de gente inocente
que jamás será calmado.
La soledad nos despista un momento
del triste final,
nos hace pensar que no hay nada peor
que andar por el mundo sin nadie.
Nadie que nos sostenga por el camino
sumergidos en la oscuridad

¿Cuan lejos…?
Pues solo necesitas darme la mano, padre,
solo verte al espejo.
Y es tu simiente mi maldita herencia
tu más terrible venganza.
Es tu ser dentro mío
la más larga penitencia
Y le temo a lo que todos temen
a quedarme sola… igual que tu

Después de un tiempo de ausencias aquí me tenéis de vuelta… les ofrezco mi corazón abierto queridos amigos… les doy mis palabras, como ustedes me las han brindado a mi. Saludos a819

 

Fuerza en la imagen. Muy agradable, especialmente la segunda estrofa. Un placer leerte.

 

Muchas gracias me alegro que sea de tu agrado.
Saludos a819

 

Me gusto mucho este poema. Es muy bueno el ritmo que le das, y sobre todo el clima desolador que reina en él. Te felicito.