Paisaje nuestro

Ahora que el silencio cuaja
sobre los campos pretéritos,
que el ganado el sueño duerme,
que el río calla despierto.

Que en las hojas de los árboles
memoria es la voz del viento,
y en las piedras del camino
los siglos graban su peso.

Que los trigales descansan
sobre cosechas de esfuerzo
y la amapola silvestre
es sin más, solo por serlo.

Que las aves. Que los astros.
Que la capota. Que el céfiro.
Que el rocío en la baranda.
Que de la fuente, el chorreo.
Que todo queda nombrado
y ya el nombre es lo de menos.

Ahora mucho más que nunca
creo en ti, paisaje eterno.

Ahora que cuaja el silencio.


-Eva-

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Mi muy querida Isabel, gracias por compartir sentimientos y por tu continua presencia.
La causa merece la pena y una vez que nace ya es perpetua. ¿Qué le importa al paisaje el invierno? Solo descansa, sabe muy bien que en él habita la primavera.
Un abrazo grande para ti y para es@s compañer@s cómplices de nuestro paisaje!
Eva

 

Hermoso poema!

 

Muchas gracias, Omaris. Sería un placer disfrutar de tus versos en este paisaje, si te apetece y cuando quieras.
Un saludo cordial,
Eva