Palabras, el más grande tesoro.

Palabras... palabras...
¡Cuanta magia hay en ellas!
Sonidos con alma
y no simples ruidos,
que en el fondo del tiempo el hombre creó.

Precisas y fieles,
nos acompañan siempre,
aunque mil veces se las traicionó.

Palabras que vuelan hasta las estrellas
o se hunden vibrando en el corazón.
Palabras que marcan toda nuestra vida
sin ellas no existirías ni siquiera vos.

Palabras que fueron traídas al mundo
a explicar lo que es nuestra contradicción
ya que el mismo día que alguien gritó:
¡Te odio!
por primera vez otro murmuró:
Perdón...

Palabras-ladrillos que construyen poemas,
palabras con filo, que causan dolor...
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Dicen que en un abismo,
oculto en las sombras,
está escondido el verbo que condensa en sí
todo lo pasado hasta hoy en el mundo
y también todo lo por venir.
Si algún osado un día lo encuentra,
por favor,
¡Que lo deje allí!

 

Las palabras... tan denostadas a veces, son ladrillo indispensable de nuestro arte, las palabras pueden ser vanas sí, y el arte no tiene utilidad, pero he aquí que a veces lo imaginario, lo intangible supera a lo útil, en grandeza y belleza. ¿Qué sería de nosotros sin arte?, sombras vagando en un mundo triste, en un universo apagado. Gran poema Hugo. Un abrazo.

 

Gracias mi querido amigo, dices bien, ¿qué seríamos sin el arte? Yo diría para comenzar que ni siquiera seríamos humanos, sino unos primates más un poco más hábiles que los demás. Por fortuna el primitivo, gracias a la vida grupal y a sus capacidades biológicas creó la lengua y con ello se constituyó el linaje al que hoy pertenecemos.
Un abrazo, amigo
Hugo