Palabras, sólo palabras...

La vida continua como el mundo y su tiempo,
gira alrededor de rosas inconsientes
saberes de la vida, recelos de la muerte...


Yo te dije un dia parecido a éste
que juntaras las manos y quebrantaras al lejano oeste


¿por qué no me haces caso amado mío y no amado?


De nuevo mencionándole a la paloma blanca
lo que algún día estaba predestinado;
tu muerte, la mía y la de todos ustedes...


LA BLANCURA DE TUS DEDOS
TAN SENCILLOS, TAN ELLOS
ME HAN ATRAPADO, COMO TUS LABIOS AL MOMENTO


OSASTE CONTEMPLAR MIS ATADURAS
MAS NINGUNO DE ELLOS MOVISTE, SIN REMEDIO


Deja ya de mirarme, condenado viento!
Dejaste ir mis sentimientos a donde no hay regreso!


Reclamas misericordia y yo te digo, observando:


Tienes ya en tus manos
la clave del no sufrimiento.


Palabras, sólo palabras...