Palomas que no alzan el vuelo.

Desasosiego.
Dualidad de sentimientos.
La luz de la lámpara en medio de la noche.

Escucho una canción
que prácticamente no tiene nombre.

Me agrada su sonido.

Me siento extraño.
Me atrevo a intentar definirlo.

Como si hubiese cometido
el mayor error de mi vida,
sin haberlo hecho.

Como si alguien
se hubiese ido de casa
por las malas.

Como si hubiese traicionado a alguien,
por simplemente,
ser como soy.

Está bastante claro que el idiota soy yo.

Lleno de sueños.
De cosas socialmente imposibles.

Fracasado antes de intentar nada.

La impotencia es un estado
imposible de explicar.

Aún no salieron mal las cosas.
Pero es como si ya hubiesen salido mal.
Como si supiese mi destino.

Siempre llevo esa sensación encima.
“Esto está saliendo mal”.
Aún no comenzó la historia.

Como si alguien hubiese tirado ya la toalla por mi.

Estoy cansado.
Cansado de que todo sea tan difícil.
De que la felicidad,
que es lo único valido en la vida,
fuese inalcanzable.

Ya sea porque una esté a cientos de kilómetros,
o por tener alguien impidiéndote caminar,
o porque todo lo que te planteas,
sean problemas para otros.

No es un gran problema.
Son pequeñas cosas que todas juntas,
condicionan una vida.

Ojalá todo fuesen palomas y echasen a volar.

-Carlos Carmona Gilo ​

 

Excelente trabajo glorioso y fantástico.