Pantano...

Mis manos recorren las sombras,
se contagian de ellas y en cementerios
reposan como una siembra
que en la noche medita bajo un canto milenario.

Mis ojos son charcos asquerosos,
dos agujeros que sirven para verter
amargura y un silencio tormentoso
a la cual la lejanía se permitió meter…

Y por las noches oscuridad absoluta,
una gota que se hace lago en los tímpanos.
Bestias que comen con su ira bruta,
neblina que cubre el claro más sano.

Mi alma camina por otra más alta,
se pierde mi canto desgraciado en mil pedazos
junto a un grito que llama unos trazos
que vivos del dolor me recuerdan que “ella” es santa.

Mi cabello y el crucifijo en mi pecho son de tierra
mis manos se hunden y las sombras levantan,
y yo… de tanto carcomer mi mente en esta guerra
me hundo para siempre, pero sé, que voy a donde cantan.​

 

Me gusto tu poema y ese estilo de rima que lo has hecho con cierta madurez que impresiona a tu edad un gusto leerte, nos vemos cdt...

 

Pues verdadermente interesante, un estilo de llevar bastante bueno y con un llevar ameno, bien logrado, saludos y placer leerte

 

Muchas gracias por el comentario, un gusto que hayas pasado por aqui amigo

 

Gracias por el comentario, lo agradezco de corazón, me alegra mucho que te haya gustado

 

Ciertamente, tienes razón, ya corregí las mayúsculas que se me pasaron, gracias por el dato ^^u

Un gran placer que te hayas pasado por aquí, me alegra muchísimo que te haya gustado ^^