Panteón, S.L.

Me he comprado un panteón a diez años y ya es mio,
como no se muere nadie yo lo encuentro muy vacio.

He pensado en alquilarlo por los fines de semana,
será una atracción macabra y en medio pondré una cama.

Colgaré cuatro esqueletos y cuatro arañas del chino
a la luz de negras velas sin olvidar un buen vino.

Está siendo un exitazo, ya he alargado el horario,
como hay tanto trasiego ahora está abierto a diario.

Pero están muy poco tiempo, sólo lo alquilan por horas,
casi siempre señoritas que me preguntan si hay gomas.

Ha ocurrido una desgracia, ha muerto el señor alcalde,
se lo alquilé media hora y estuvo toda la tarde.

Que miedo no habrá pasado que hasta iba sin camisa
y a pesar de ello su rostro dibujaba una sonrisa.

Me estoy haciendo de oro desde que el pobre muriera,
pensé que iba a ser mi ruina y ahora hay lista de espera.

Por el morbo generado he tenido que ampliar,
ahora son tres panteones y el cuarto de embalsamar.

Me han abierto un expediente firmado por anti-vicio,
me acusan de regentar una casa de fornicio.

Como voy a cerrar ésto si ya he puesto hasta un portero
y tenemos overbooking hasta pasado febrero.

He obtenido mi licencia, que 'majo' es el nuevo alcalde,
y 'sólo' por cien mil euros y las putitas de balde.