Papá Noel entre las bombas

Has viajado como el héroe de un sueño.
Y no caben silencios en tu grito.
¿Qué esperanza existe en la ternura de una caricia?
Todas las orillas de la nieve escriben amor, ilusión,
un cometa en el ocaso.
Bajarás por la chimenea de la candidez con un árbol sin futuro.
Ho, ho, ho, la campana, el traje rojo, la barba postiza,
renos que pasan hambre bajo los puentes.
¿A qué viene ese alboroto entre urbes calcinadas,
niños sin madre, cuerpos desmembrados?
Un trineo cruza el cielo de la desolación.
No quisieras volver.

 

Pero vuelve, porque le gusta ayudar a los desfavorecidos.
Y puede ser que la Humanidad sea toda, un experimento científico, realizado por Enki, el Anunnaki.
De tal modo que el Cro-Magnón nació del Neanderthal, en pocas generaciones.
Así, junto al evolucionismo de Charles Darwin, atisbamos el creacionismo bíblico.
La mente humana puede brillar, porque es muy apta, para canalizar telepáticamente, al espíritu.
Por el momento, sigue siendo un diamante en bruto.
Y no obstante, la evolución espiritual nos conducirá a la Misericordia.
Tanto para con uno mismo, como para con los demás. Incluyendo a los reinos animal, vegetal y mineral.

 

Tu comentario no tiene mucho que ver con el poema, pero está bien. Un saludo.

 

Gracias, bristy, por la lectura y el comentario. Un abrazo.

 

Un poema que lamentablemente es una realidad, quizás la Navidad es la única fecha en la que el humano se sensibiliza y quisiera ser bueno casi como un santo ese día y así exculpar los pecados y su maldad cometida el resto del año, versos reflexivos y profundos que me tocan el alma, al final los más desvalidos y desprotegidos son los que sufren.
Un placer leerte y coincidir sobre este tema.
Un abrazo fraterno poeta.

 

Gracias, jalvarez. Me alegra que sea un sentimiento compartido. Un abrazo.