Papá Noel.

Estábamos, todos, locos.
Pero éramos súper-inteligentes.
Transmitíamos tanta luz, mediante nuestros conceptos...
¡ Que se aparten los ineptos ! Era nuestro lema. Pero comenzaron los problemas.


Había que incluirlos a todos, dentro del mismo saco.


Como los juguetes navideños que lleva Papá Noel, encima de su trineo.
Sin olvidar al sabio, al tonto, al gordo, al flaco...
A la guapa, a la fea, a la bruja, a la santa...
¿ Quién recuerda el Opel Manta ?





Cosas por el estilo... Sin hacer ascos a nadie.


Así somos leales al Creador. Así, no desvarío.
Aglutino dentro de mi tabla de valores, a todos. ¡ Todos son posibles !
Únicos y especiales, soberanos e independientes, humanos y divinos...
Y todos somos Uno. ¡ Jo, jo, jo !


Ése es nuestro destino.

 

Ese Nommo. Te sigo, compañero. Por la tarde pasaré por aquí a ver si encadeno versos de verdad. Te mando un abrazo.

 

Gracias, colega. Sigo esforzándome, para no ser más, un cobarde.
Poder confrontar conmigo mismo, y dejar el tabaco.

 

Cuéntame qué entiendes por ser un cobarde?

 

Lo digo porque igual es una idea equivocada, como tantas que uno se puede formar. Y si no, que me lo digan a mí...

 

Un cobarde es quien no concibe su propia vida como algo valioso.
Ya que prefiere pasar inadvertido, ante sus muchos problemas.
Porque no encaja con facilidad, en los patrones de conducta habituales.
Y no puede inventarse un nuevo estilo, porque no se atreve a hacerlo.
Entonces, al no traer al mundo, nuevos paradigmas, ha de conformarse con lo que hay.
Y es como una sombra. O sea, si los grandes hombres son tridimensionales, el cobarde es una sombra de esos grandes hombres.

 

Pero tú tienes potencial de sobra y mente abierta, creo yo, como para lo que te propongas. Crees en el amor, y eso lo gritarías a los cuatro vientos. Sí puedes. El tabaco, en mi opinión es un vicio que puede solapar ciertas carencias, o llamémosle x, pero tu personalidad es la que es, con o sin tabaco, y eso es seguro cien por cien. Pero oye, si lo dejas, bienvenidísimo sea, eso está claro. Yo lo veo así.

 

¿ Me conoces ? Eso es lo que yo pienso, en el fondo.
Pero no me atrevo a decirlo.
Es como si hubiera alguien, ahí fuera, dispuesto a meterme en prisión.
¿ Sabes ? Será que soy supersticioso.

 

Tienes que valorarte, o ver las cosas desde otro prisma quizá no tan subjetivo. A veces todo resulta la leche de confuso. No sé el tiempo que llevas en esta situación. Pero al igual que conectas conmigo, puedes conectar con más gente. Palabra de honor. O de boy scout, como más te guste. Pero también considero que por lo general es más fácil verlo desde fuera, que vivirlo en tus carnes, y tal vez, sin conocer la raíz del problema.

 

Entonces, me quieres. Algo es algo. ¿ Quieres salir conmigo ?
Ya, en serio: Te agradezco mucho tu comentario.
Puedo valorarme, desde fuera de mí.
Pero eso no me lo da el espejo. Me lo da el otro.
Mi prójimo o amigo. Puede ser encantador, o tal vez, mediocre. O quizá, simple...
Pero es mi amigo. Debo respetarle. Podría salvarme la vida, y yo debo ayudarle a él.
Debo servirle. Porque me nace de dentro. Así funciona la santidad.

 

Creo -creo, es mi punto de vista- que también tú debes valorarte. Y o seré tu fiel compañero mientras me deje la cordura

 

Ricardo, hablas con el corazón, y eso es sano.
De verdad, no estás loco.
La mente humana reside en el pecho, y en la cabeza.
No es todo, cabeza.


El pecho es lo vasto, y la cabeza, lo profundo. Así lo considera el Dalái lama.

 

Ay cabeza, cabeciña, tú tan bonitiña...
A ratos alcanzo la paz en verdad, y se agradece muchísimo. Muchas gracias por el comentario

 

si anda de generoso, consigueme un auto, digo para no tomar más camiones, saludos

 

¿ Qué marcas te gustan ?


Los japoneses funcionan muy bien.
Y los alemanes tienen nobleza.
Luego, los franceses tienen mucho carácter.
Y los italianos, estilo artístico.
Los coches americanos son potentes y robustos.
Y los koreanos, son muy brillantes y con calidad.

 

Un Toyota