Para Katty

Simplemente me gustaba verte recostada
me gustaba porque podía encontrarme con todos los albas que tenía atrasados
me gustaba porque me gustaba detener el tiempo entre las nubes, y verte ahí
me gustaba porque la vida se hace infinita y los segundos sales de la órbita para no volver jamás.
Me gustaban las estrellas que salían de tu boca, ella siempre formaba un largo universo ajeno de la muerte.
Sin embargo, nunca pude más que estrellar mis ojos contra aquellos labios que siempre se distinguían del cielo; tenues colinas aplazadas, breve desierto acicalado, llegaban con toda su extensión a ofuscar mi mirada. A mí me gustaba habitar sus cercanías, sintiéndome a punto de llegar a aquel camino amable que me apegase más a ti…
pero nunca pude más.
Me gusta soñarme dormido en la hamaca de tus labios, y luego sentir tu piel de cielo, que solo encontraba en las gotas chispeantes de tu risa y en las flechas que arrojabas como Cupido enamorado jugueteando conmigo; para seguir bajando por el abismo de tu garganta de línea clara de hermosa fénix.
Me gustaba contemplar tus ojos que siempre me hablaban de inmensos océanos; y tu risa, porque reías, silenciosa, y cada torbellino que rechazabas venía a parar a la mesa de mi mundo (oído)
Yo ahora sólo vuelvo a mis mañanas habituales, entre bosques y lagunas, vuelvo a buscarte, porque creo que te hallaré en alguna pradera o en algún nido de lechuza albina
Ya sólo queda un poco de tu perfume enfrascado en mi pecho, durante la noche
La soledad siempre retorna en los crepúsculos que antes eran tuyos.