Para María

Para María

María, la más sabia, la primera
de todas las doncellas, la alegría
rondándome, la estrella que me guía
hacia su cielo pálido, sincera.

María, a veces blanca sementera,
a veces amarilla, a veces día
sin noche ni memoria ni la harpía
del tiempo. Dueña mía. Verdadera.

María, como el pulso con que insiste
prestigio armonizado en tu latido;
perfecta senectud de cuanto existe.

María, luz sin sombra, ser, sentido.
María, ave de música que embiste
mi amor. Adiós. Perdóname el olvido.

 

No hay perdón, puesto que tampoco hay castigo.
Ni enojo, ni risa. Ni pena o lástima.
Tan solamente hay...
Diversidad.


¿ Qué más se puede pedir ?


¿ Pasiones, deseos, creencias, religiones, supersticiones, temores infantiles, miedos irracionales y discusiones sin fin ?

 

Estoy seguro que, aunque el compañero Lírico nunca responda a tus comentarios, en el fondo los agradece y hasta te tiene algo de cariño

 

Menos da una piedra.
Yo creo que Lírico Detrito podría sentirse orgulloso, de ser humano.
Al fin y al cabo, ya lo digo yo: Menos da una piedra.
Porque el Amor, como la Broma, forma parte de la Creación. Como la estrella y la piedra.
Si fuéramos estrellas, no estaríamos aquí.
Entonces, nos columpiamos entre ambas formas de ser.
Desde la diversidad, que es Amor, hasta la Divina Comedia.
Y luego, con un poco de suerte, erotismo y humildad, para contemplar la Vida, tal y como es: Amor, Broma, erotismo, humildad.

 

Ahora llegan los comentario, tranquilos.

 

Te estoy pasando por una buena piedra jajja