Para mi mestro de Física

Hola, hola, maestro de Física
Porque ocultas tus frustradas muecas
disfrazadas sólo con tus ilusiones
que se agonizan frente al tablero

Desplazando con velocidad, profesor de ciencias
Tú sigues ahí ignorando el ruido e inventando insultos
acompañado sólo con tu desinfectante incoloro
que baña tus suciedades

Sigue ahí, señor de átomos
Que sólo tu frustrada voluntad
hará de volver a acelerar el tiempo
que se a quedado ya inerte
entre moléculas y risas

Cuando será, mentor de caprichos
Que la resonancia de la campana lo libre
aclarando y buscando sus átomos perdidos
que quedaron atrapados sólo en páginas borrosas

Acelerando con rápidez, superior exasperado
Te diriges ahora a la fila inmensa
conociendo ya las maldades que se duermen
pero sigues ahí pasmado con una lágrima invisible

 

Que bien Noa, tienes talento.

 

No sé si este poema debía causar gracia, pero me sacó una sonrisa fugaz.

¡Cuántos nombres tiene tu maestro de física! Eso de señor de átomos se escucha bastante peculiar O,.,o

Y me gustó lo de ponerse a buscar sus átomos perdidos.

De todos modos... parece que más bien le tienes compasión, que rencor.

Creo que te faltan un par de acentos,
espero te sirva.

Un saludo.​