Paraiso llamado cabaret

Ayer subí al paraíso llamado cabaret​

Y al entrar el infierno estaba en el​

Musas con olor a sexo​

Musas que llorar al reír​

Que ofrecen placer sin nunca experimentarlo también​

Son prostitutas con alma de bien​

Son mujeres guerreras que nunca ganaran​

Son ángeles que se perdieron en un mundo moral



​

Ahí estaba yo ahí estaban todos​

Éramos los machos que disfrutamos​

Que sentimos placer al volvernos animales​

Al desgarrar pureza y ser hombres de una vez​

¿Hombres?, más bien monstruos​

Excremento de vida​

Del que formo parte también​

Me sentí sucio y sentado​

Mire a mi alrededor y cerdos bebían su razón​

Llego mi turno​

De entrar a un cuarto que todos llaman edén​

De ser parte de los “hombres”​

De ser un cerdo de una vez​

Y al disfrutar el placer carnal​

El amor y alma nunca ​

Vacios se sintieron​

Derramando lágrimas por mi tonto ser



​

¿Quién es basura?​

¿Quién se prostituye en verdad?​

¿A quién juzgar?​

A la madre que vende su cuerpo​

Por un hijo que no pidió nacer​

O al honesto barón que es un verdadero cabron​

Y por ser hombre entre hombre​

Humilla al delicado ser llamado mujer



​

Nosotros somos los verdaderos putos​

Que ganamos virilidad al cambiar el sentido de hacer el amor​

 

Duras y veraces líneas, con una profunda proclama.

Te sugiero leer a sor Juana Inés de la Cruz.

Gracias por compartir tu versar. Saludos.