Paredes que no me detienen

Me separan de ti cuatro paredes,
de tus pensamientos,
de tus besos,
de tus brazos.

Ladrillos rojos que se ven por una ventana trasera
que fijan tanto impedimento
para desbordar mis impulsos de escapar
hacia tu presente.

Ellos me separan de la realidad
de amarte,
de quererte,
de soñarte.

Siete metros de altura de concreto
que juegan con mi vida
resumiendo estas ganas de saltar
y creerme con vida
para correr hasta un no sé dónde
o bien,
quedar suspendida en el suelo
mirando cómo se va mi cuerpo
mientras vuelo al amor
que nunca tuve.

 

El amor llegará finalmente. Ya anidó.Ya estableció su presencia, dijo "existo ¡Mira todo mi poder!". Ahora madura el momento adecuado para concretarse; es esquivo y malcriado, no le gusta que lo apuren o pretendan darle órdenes. Pero finalmente cederá y se concretará. Es difícil esperarlo y siete metros son más de los que soporta nuestra debilidad. Las esperas matan, pero más las caídas.