Parto pajarero

Hoy tu ala roza el descontento
Hace trizas mi pequeño sol
y mis manos quedan vacías
sin fantasías de una epera fatua
y es mejor así y es que tal vez,
mi camino por ahí no fuera.

Remarcaré mis lindes,
que no roce tu aire
ni te incite la madugada,
volar hasta aquí y ni tu píar
atriagan mis árboles,
alguna tarde al descuido del aire.

Hoy tu ala rozó el descontento
y aunque no es total tormento,
no va en mí la culpa.
Tampoco en ti que no eres consciente
de tu vuelo alto de aprendiz,
sin baño en el lodo
como hacen los niños y pájaros
con natural alborozo
antes de emprender el camino de gloria.

Impido tu avance
Impides el mío
como si juntos estuviéramos frenados.

La habitante de mi entrecejo
menoscaba el agitar de tu ala
donde la brisa atrae tus anhelos
y no es justo mi celo
si no es libre tu vuelo
y mi celo es vivo y bravo.

Huye, zorzal
y trina en donde quieras.
Que nada limite tus ansias pajareras,
¡ojo!
donde yo no vea.


Elisalle
María Magarita Pérez Vallejos


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