Paseando por el Infierno

Turbia y lerda, avanza sin hacer ruido,
Y murmura en su desliz,
La letanía de las hojas que se rinden al viento y sedientas,
Beben del fuego de sus riveras;
Estigia…

Cada noche, la oscuridad de las almas,
Lavan sus rostros con la amargura de sus aguas;
No se alimentan, divagan…
Sus rostros no se reflejan a sí mismas e inexpresivos muestran lo más oculto de su frustrada felicidad…

El color ocre de sus aguas,
Amamanta el nauseabundo sabor de su sed y su deliciosa fetidez atrapa nuestros sentidos y encadena la poca razón que queda al yermo brazo de Caronte.

Y el tiempo no pasa, no corre,
Solo se extingue bajo nuestras sombras y se transforma en eternidad,
En la condena perpetua de tener que estar aquí,
Inmóvil, sintiendo el vacío,
Atrapado en ningún pensamiento;
Esperando…

Hoy, el lienzo oscuro, en el que alguna vez dibuje, el difuso rostro de la felicidad navegando furtivamente entre los colores en flores, por la azul brisa salada, sobre el verde color debajo de mis pies,
Se opaca,
Pierde brillo y se mimetiza en una mancha transparente,
Sobre el negro contraste de una noche infernal.​

 

Excelente la calidad del arte soberbio y maravilloso.

 

Muchas gracias por el comentario... aun sigo en el infierno, las encrucijadas no son como Dante las describió, hay cosas muy hermosas y otras más, que no entenderíamos... la historia se cuenta al revés, el cielo es el verdadero infierno, el infierno son los sueños que a los que no llegamos porque no nos pertenecen... la poesía, es el purgatorio!!! Usted me entiende...