Patria muerta

Mi patria, está muerta.
La mató la bestialidad intensa
de las huestes nefastas
que profanaron su espíritu,
hirieron su armonía,
destruyeron su esperanza
y abandonaron su cadáver putrefacto
entre sus ruinas morales.
Ese grosero despojo — trofeo del mal —
gloriosamente renacerá del dolor
de los que siempre la hemos amado,
y los cobardes que la abandonaron
cuando lentamente agonizaba,
habrán de escuchar el despertar
de un pueblo indómito
que la hará vivificarse en las simientes
de la bondad y justicia,
y le devolverá el honor
a quien —a mano de traidores—
murió, vilmente, prostituida…
Un nuevo sendero…,
un devenir de paz…
para ti yo quiero.
¡Patria mía!
¡Patria de mi corazón!

Amén.

​

 

Creo que tu poema se podria leer en cualquier pais de tercer mundo,pero creo que tendria vigencia en la historia vapuleada de america latina,pero hoy por hoy hay gobiernos bastante populares que hacen patria.Espero que se haga realidad la paz mil veces soñada como tu dices en tu poema.Te felicito por tu pasion.

 

Buen poema mi amigo, los hijos de la Patria la saben defender. Saludos

 

A ambos cordialmente agradezco la generosidad de sus palabras.

Un efusivo abrazo.

 

EXISTN LOS QUE DIERON SU VIDA POR EL PUEBLO DEL SALVADOR QUE SE LE JUGARON POR EL PUEBLO.cuantos OSCAR ROMERO ROMERO hacen falta el día de hoy.

 

Es cierto estimada Edith, lastimosamente las guerras se llevan la vida de gente inocente en ambos o múltiples bandos y las secuelas que nadie preveé a largo plazo, son las que por su baja intensidad desangran lentamente a pueblos incultos como los del tercer mundo y ya que has hecho mención de Monseñor Romero, de quien aprecio mucho la objetividad de sus homilias, te dejo uno de sus pensamientos mas hermosos para que lo disfrutes:

Señor yo no soy nada,
y tú lo eres todo,
pero con tu todo y mi nada:
¡podemos cambiar el mundo!

​

Monseñor Romero.​

Un abrazo.