Payaso sin imagen

Quiero constatar, que mi cabeza se fue a volar.
Al quitar aquella pieza, el mundo fue derruido,
cayendo sobre mí, inconscientemente, cual gota,
demudando la sapiencia de la hueca, sin ruido.

Fue tan dura caída, que a la locura me llevo,
el camino conocido por ello se me negó,
perdido en el abismo de la oscura soledad,
encontraré una nueva meta, en busca de mi verdad.

Abriendo un camino apto para nueva sociedad,
abierto con la diversión, sin ningún Corán,
abierto por el amor a todo lo efímero.

Mi mente lo fue creando, mientras estuve huido.
Cuando volví me transformo en payaso de suelo,
que atraía la gente hacia la locura sin demora.

Un payaso ya sin imagen y aturdido,
enmascarado con su papel de mensajero.

Un payaso sin imagen y poco lucido,
que perpetúa su máscara y verdad con la edad.

Payaso sin imagen, muerto por rendir su honra.

Payaso sin imagen, que anhela la libertad.

 

Todos alguna vez usamos máscaras, es que forma parte de la convivencia o supervivencia. La adaptación cuesta, pero dejarse manipular para encajar, yo creo que es una forma de violencia.
Pienso que el payaso debiera sonreír con sinceridad, y si quiere llorar está en todo su derecho, al fin y al cabo, su vida no siempre es el show.
Grato pasar a leerte, estrellas, amigo.

 

muchas gracias tus comentarios siempre son brisa fresca para mic abeza atascada y retorcida