Paz de mi vida

Me arrebataste el llanto, ¿eso querías?
Me robaste la risa, hurtando mis ensueños.
Yermo soy de arrasadas emociones
por la turbamulta de tus días.
Mi rostro, piedra esculpida,
es falsa mueca de
sentimientos inexistentes.
Dime, un ser que no siente
¿existe?
Yo te diré si hay algo
más allá de risa y llanto.

Fragancia de alhelíes y mimosas,
aleteo de gorriones y vencejos,
feliz trino de jilguero y ruiseñor,
sabor a moras y frambuesas en mi boca.
¡Ah, corazón, paz de mi vida!
Un instante es suficiente,
un momento dulce y delicado,
para sentirme por completo bendecida.
No lloro, ni río y,
sin embargo, siento.
¡Sobrecogida luz de mis entrañas!
Presente besado al vuelo,
descanso de mi alma.​

 

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

 

Amor y paz magica conjunción,
para hacer feliz el corazón...