Paz

Observar el baile sublime del infierno
danzas del vientre de cientos de mujeres proscritas
acompañadas por las sombras terbulosas, sus hijas
desahciendo el frío de nuestros cuerpos

Oasis de verano
envuelto ya no de arena sino suave manto blanco
haciendo transformar la lógica del cielo
cuando la dama blanca brilla en las alturas

claridad desparamada donde instalamos nuestras huellas
oscuridad encima de desiertas cabelleras
de guerreros de antaño, que queriendo llegar a dios
este los castigó
y en muñecos sufrientes de madera los transformó

Quitarse las botas después de un duro andar
empezando por las venas de Gaya que van a parar a la mar
hasta llegar a los hombros donde punta de lanza empieza a perfilarse
siendo águilas contemplando la soledad
sin que el sonido ose llamar

En estrella fugaz te encontraré
ya que no en eternidad
sino en fascismo te mudarás

Café y cigarro después de comer
petanca en la vejez
bañarme desnudo en un amanecer
mirada inocente después de nacer
en pequeñas dosis te sentiré