Pedrito y la Mariposa

Ya casi caía la tarde y Pedrito estaba tumbado sobre su cama, en su cuarto del segundo piso, rodeado de un reguero espantoso, la puerta entreabierta y en eso pasa su amada Nana.

Ella hizo un gesto de disgusto con la cabeza al ver tal desorden; gesto que vio Pedrito y le dijo sin darle tiempo a hablar: --ven Nanita, dale, entra que quiero contarte algo!

--No si para contar yo y no alcanza la matemática para contar tanto reguero! __exclamó poniendo los brazos en jarra al llevar las manos a la cintura__qué pasó niño, a ver que vas a contar sobre esto?

--Ay Nanita no te espantes! Cuando te cuente verás!

--Voy a ver; seguro, pero serán tus nalgas rojas y tus orejas también en cuanto sepan tus padres.

---No, no. Deja que te diga! Resulta que no sé si esto pasó en un sueño de anoche, o si fue real y me confundí creyendo que estaba dormido.

--Eso parece trabalenguas muchacho; habla claro.

--Verás Nanita. Estaba buscando mis lentes para leer otra vez la carta de los deseos que escribí para Santa, y luego ir abajo a la sala a dejarla junto a la chimenea como me dijo mamá.

---Mirando lo ordenado que eres __dijo apuntando a alrededor con un dedo al catastrófico reguero__seguro los perdiste.

--No, nada de eso! Mira; yo andaba apurado porque pocos minutos faltaban para media noche y la víspera de Navidad. Primero busqué con cuidado y nada, y la chimenea ya estaba apagada__ de pronto Pedrito tomó aire y continuó con una pregunta__ es verdad nana que Santa entra por la chimenea con los regalos?

--Así es! Pero si la chimenea está sucia no entra porque tiene pendiente otras muchas chimeneas y no puede perder tiempo limpiando; ya limpiaste la tuya?

--Ay recorcholis; todavía no! Voy rápido por los guantes de limpieza, tú espera aquí.

Salió en carrera el niño hasta el mueble de muchas gavetas al final del pasillo, cerca de las escaleras, sacó los guantes y con la misma velocidad regresó al cuarto, cuando entró Pedrito así le dijo la buena mujer: __tengo que irme pues hay mucho por hacer, no tengo tiempo para tus líos de chiquillo.

--Lo sé. Ya hay días que no jugamos, ni me cantas esa canción que tanto me gusta. Pero te cuento rápido y luego sigues en tus deberes; sí Nanita linda?

--Ok; rapidito y de a una!

--Ok nana. Te decía que buscaba mis espejuelos y nada. De pronto una luz extraña iluminó la ventana y entonces sucedió lo extraño,,,,

--Me vas a decir que saltaron los espejuelos por la ventana igual que sapo__ lo interrumpió ella, y se río.

--No chica! Lo que pasó fue que entro una mariposa muy grande de muchos colores, y se posó en esa pared frente a mí _ otra vez paró un momento para aclarar la garganta__ de pronto la mariposa se convirtió en letras como escritas a lápiz, en una frase que decía " lo que buscas, y no está perdido, está sobre tu pelo enredado ". Me toqué la cabeza y ahí estaban los espejuelos, enseguida me los puse y cuando miré otra vez a la pared ya no estaba la mariposa ni las letras tampoco__ sus ojos se humedecieron con lágrimas; y terminó diciendo: --yo quería darle las gracias a la mariposa y preguntarle su nombre.

--No te ponga triste mi niño__ acarició su cabeza para calmarlo__sabes qué? Creo que volverá a visitarte.

--De veras?__ la sonrisa regresó al rostro de Pedrito.__ Será una de esas hadas mágicas que acompañan a Santa? Eso me dijiste una vez; te acuerdas Nanita?

--Sí mi niño. De seguro es una de ellas que vino a ayudarte, pero sólo por los espejuelos porque este desastre de cuarto es tarea tuya. Ahora baja pronto a limpiar la chimenea que ya cae la tarde, y luego subes a recoger este desorden, te bañas y te alistas para la cena. Yo salgo justo detrás de ti a seguir mis labores.

Dicho esto Pedrito la abrazó; ella besó su frente, y el niño salió corriendo escaleras abajo ya con los guantes puestos. Sin embargo al llegar vio la chimenea limpia, lo que le dio más alegría pues era una tarea menos que hacer.

Regresó escaleras arriba con la misma velocidad y al entrar al cuarto no vio allí a su Nanita, pero tampoco la vio bajar porque él subió muy rápido, en menos de dos minutos y su nana ya no es tan ágil y veloz como era antes, además encontró todo ordenado y limpio.

De pronto escuchó una dulce voz que venía justo del jardín bajo su ventana cantando la hermosa canción que su Nanita le cantaba, sí, la misma canción. Se asomó mirando al jardín y su alegría fue mas mayor al ver a la gran mariposa, de la noche anterior, posada sobre una rosa a punto de cerrar sus pétalos pues ya casi terminaba la tarde.

En ese momento de observación y paz vio que la mariposa levantó vuelo y se confundió con los colores del atardecer, casi ya sin sol, pero con todos los mismos colores bonitos del cielo y como magia desapareció; y Pedrito quedó pensando " yo subí rápido y mi Nanita ya no estaba aquí, no pudo bajar antes que yo volví a subir y además todo vi recogido y limpio. No sé; todo es raro ".

Y con tal pensamiento cerró la ventana, fue a tomar su baño, y luego a disfrutar la rica cena de aquella noche rara y mágica de Navidad.


Fin del relato.


Autor: Frank naranja
Fecha: 14/9/2022

 

Ayyy Frank qué relato más encantador y mágico, al público infantil le va a encantar, ya me encanta a mí que no soy ninguna niña, atrapa su lectura, te cautiva conforme la vas leyendo y vas de sorpresa en sorpresa, te vas haciendo preguntas sobre lo que pudo ocurrir y sobre el resultado de cada una de las acciones que transcurren en el relato y que tú, querido Frank, nos cuentas con arte y talento maravillosos.
Un placer haber pasado y haberte dejado mi humilde huella....muáááckssssss

 

Qué lindo ver tu satisfacción reflejada en tu comentario. Es grato poder escribir para los niños, más grato aún poder conmover incluso a los ya no niños pero que sus corazones y mentes siguen guardando esa linda época de inocencia y travesuras, de juegos y fantasía. Gracias por tu noble y apropiado aporte.
Salud y lindo dia