Pensaba que lloraría (pero no puedo)

Perdí todo aquello que ame,
un dado lanzado al vuelo,
tantas derrotas coseche,
que pensé que lloraría (pero no puedo),
la vida nunca se esconde,
todo es posible, me ha dicho:
"que nadie te diga cuando,
que nadie te diga donde,
decides tú, tu destino,
pues la reflexión al mando,
iluminará rus noches."

Te has sentido solo, abatido,
traicionado por los cercanos,
veo que has querido llorar (pero no has podido),
no confías nada en otras manos,
tenso, tanto has aprendido,
tranquilo, el tiempo me ha contado
unas mil historias similares,
con el mismo error conocido,
no aprender de golpes anteriores,
algunos lo hemos comprendido.

El alma por fin se exterioriza,
esta noche me ha susurrado:
"¿Crees tener poder para venderme?
Pon todos tus principios en liza,
sin dejar mas sueños estancados,
nunca vuelvas a traicionarme.
Sin futuro no habrá pecado,
ojos cegados por las cenizas."

Esta es una carrera de enredos,
donde siempre pierde el que no acata,
pensaba que lloraría (pero no puedo),
puta competición de ratas.
La exclusión que no cuente conmigo,
sucia justicia que amenaza:
"Si la corrupción no has impuesto,
siendo justo encontraras castigo."

Nacemos en un mundo de locos,
donde la luz brilla en secreto,
gracias a la voz de unos pocos,
pensaba que lloraría (pero no debo).

 

Bonitos versos, a mi entender es bueno llorar, escribir, hablar, muchas formas de sacar la espina que tenemos. Cuando muchas veces nos negamos, tarde o temprano lloraremos, no somos de hierro. Besos desde mi isla.

 

Hasta llorar tiene su tiempo, antes o despues de los ojos que ven, la mirada que e indigna y la voz que denuncia... dejas un hálito de esperanza en medio de un mundo con pocas ¿o demasiadas? lágrimas. Un abrazo

 

Gracias Jany y Marea Nueva por vuestras apreciaciones.

Claro que hay que expresarse reventar de tanto sentimiento que guardamos dentro, retenerlo es nocivo SEGURO. Solo o acompañado es algo necesario.

¿Alguna vez las lágrimas fueron pocas? Yo, creo que no. Casi siempre son demasiadas. Mas de las que nunca hubiésemos querido derramar.

Un detalle vuestra visita. Gracias.

-Un abrazo desde el interior de la península.-