pensando

desde mis bajos instintos,
surge lo que en verdad siento,
no es más que un momento,
se acerca, ya lo presiento

se nubla el cielo, que se plaga de pesadillas,
se torna mi alma, muy negras piedrillas
me destroza la conciencia, el que en mentiras me hunde
me arranca el corazón, el del metal que se funde

a manos egoístas, de este mundo,
las penas perpetuas, alargan el muro
que de piedra impide, que me salve del nudo

que de ventana en ventana, veo el gris mas negro,
y allá a lo lejos, la canción de una bala arrulla mis sueños
no sé si soy realista, juzgadlo ustedes, y si no les parece
pues déjenme, que el poeta muere.


a los más bajos mundos, les ha tocado ser aplastados,
pierdo la cordura, cuando veo miles de ataúdes plateados
maldita la violencia y la sociedad que la ignora,
pobres de nosotros, cuando nos llegue la hora

y en este mundo de gran sufrimiento
se caen los sentimientos encontrados
que juzgan los tiempos
de los amigos olvidados

disculpen, he dejado de ser claro
y lo que yo me refiero
es que el mundo, está muy alejado

cada día nos olvidamos de todo, y nos entregamos a las modas que nos inculcan nuestros sabios de la cultura. Qué hay de mi confesor, que me ha dicho, otorgad perdón a todos, yo pregunto, y si no lo merecen, por que dárselo si es tonto, no infringir la ley, es un milagro cada día, en este mundo de hoy, es muy corta nuestra estadía, comamos y bebamos, como dijo cierta persona, que mañana viene la negra, y del cuello nos toma.