Pepita Pulgarcita.

Quieres darme mi merecido.
Entiendo.
He desaparecido.
Me esfumé, en el ecosistema o medio-ambiente.


Porque tú eres el alcalde de este pueblo. Despampanante y resplandeciente.


Emigro, donde la biblioteca y sus muchos libros.
Emigro, y me oculto, en un salón lleno de estatuas.
Emigro y le doy aliento de vida, a los maniquís de una tienda de ropa.
Emigro hacia Europa.





Ya, me atraparás, no te preocupes.


Ya, llegará el día en que, cara a cara y frente a frente, me escupas.
Yo probaré el sabor de tu saliva.
Será un beso con lengua, entre dama y caballero.
Entre Hermes y Afrodita.


Será la danza entre el plomo y el oro. El perdigón del cartucho, y la pepita.

 

Te leo y simpre me sorprende tu singular expresión, este me parece un muy bien logrado poema. Un saludo cordial.

 

Gracias, Rigel.
Me inspiro en una fuente fidedigna, del Derecho Natural.
Es una vibración auténtica, de Felicidad y Amor.
La conocen como Kryon, del Servicio Magnético.