pequeñas variaciones en la rutina

la abuela se cayó del tejado del gallinero y se
rompió el tobillo izquierdo y dos costillas pero
eso no fue lo peor sino que se cargó a 3 de las
4 gallinas y esa tarde cuando liborio llegó ebrio
sacó a la abuela de la cama arrastrándola hasta
el patio para que pasara la noche a la intemperie
a ver si así aprendía a no andarse cayendo encima
de sus animales la vieja pendeja quién le había
dicho que anduviera trepándose donde no debía
y en la noche bajaron los coyotes del cerro y
mataron a la pobre mujer y la devoraron hasta
no dejar de ella más que un pedazo del cráneo
y un fémur que una de las gemelas embarazadas
usó para reventarle a liborio la cabeza antes de
que rayara el alba el tipo a lo mejor ni se enteró
que ya no despertaría de tan fuerte que le dieron
pese a la gravidez de la chica hasta el fémur se
rompió en tres partes que luego traían los perros
de un lado a otro todavía estaba oscuro cuando
entre todos tiramos del cuerpo para sacarlo de
la casa y arrastrarlo hasta el otro lado de la cerca
detrás del establo donde había una grieta en la
tierra las gentes decían que si te descolgabas
amarrado a una cuerda podías alcanzar el centro
de la tierra y tal vez fuera cierto porque después
de dejar caer por el borde a liborio esperamos un
buen rato a oír que aterrizara pero no oímos nada
entonces regresamos a la casa y nos pusimos a
hacer las cosas de siempre el día se pasó pronto
y al anochecer la abuela vino y preguntó dónde
habíamos dejado su fémur y se enojó bastante
cuando encontró un pequeño pedazo ya muy roído
debajo de la mecedora aunque luego se olvidó del
asunto y agarró sus ganchos y agujas y se puso a
seguir tejiendo la bufanda o el gorro que había
empezado hacía dos noches...

al rato llegó liborio